Me permito la licencia de tomar como ciertos mis recuerdos, aun sabiendo que lo que mi cerebro recuerde como verdad puede no haber sido así.Cuando yo era niña Aita tenía una moto roja, dicen mis tíos que era una Ossa, y mi madre que era amarilla. Estando en el garaje le robaron alguno de los «relojes», y debajo tenía goma espuma, me sorprendió que una moto tuviera un material tan endeble como parte de su fabricación.Después tuvo la vespa roja, y luego la suzuki GS500. En la época de la GS, en la que yo llevaba uniforme, como mucho tenía 10 años, Aita iba a venir a buscarme al colegio, y yo lo esperaba y esperaba, no sé adónde me tenía que llevar, pero no llegaba. Después de mucho rato de esperar volví a casa. Él no había aparecido.Al llamarlo a la oficina (581 25 05 era su teléfono, no sé si el de entonces) me dijeron que estaba reunido. Vale.Ese día me llegó una cesta de margaritas. Así se disculpó, estaba en una reunión que se había alargado y no había podido venir a buscarme.Esa fue la primera vez que me regalaron flores.